Senda costera o de los miradores

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A pocos metros del hotel se tiene acceso a la senda costera, un bonito paseo entre bosques y con vistas sobre el mar. Posiblemente la mejor senda costera de Asturias. Tiene 4520 m de longitud, bueno piso y fácil de caminar. Si queremos hacer la ruta completa lo mejor es ir a uno de sus extremos con el coche y hacer ida y vuelta, en la playa de Aguilar hay mucho aparcamiento por lo que podemos empezar por allí.No hay que asustarse del comienzo, mucha pendiente con escaleras, hay que tomarlo con calma haciendo frecuentes paradas para admirar el paisaje, en cuanto se gana altura la ruta se hace más llana. A lo largo del recorrido se encuentran áreas de descanso con mesas y bancos para comer y/o descansar, miradores espectaculares sobre los acantilados, cobertizos con bancos para “abellugar” en caso necesario, fuentes de agua potable y planos de señalización.

 

Por la costa asturiana hasta occidente

 

Saliendo del hotel hacia la N-632, un poco antes de llegar al entronque cogemos un desvío a mano derecha hacia la playa del Aguilar, por esta carretara con magníficas vistas sobre el mar nos dirigiremos hacia Cudillero. Pasaremos por el Palacio del Pito, un edificio de mediados del siglo XIX construido por los Selgas y frente a él, al otro lado de la carretera, una iglesia donde se recogieron restos prerrománicos procedentes de la iglesia de Santianes de Pravia. Después debemos seguir descendiendo hasta Cudillero, uno de los más sorprendentes puertos pescadores asturianos. Debe visitarse su iglesia parroquial, construida en el siglo XVI con fondos de los vecinos, si bien resultó muy dañada en la guerra civil y se ha reconstruido. La visita del pueblo desde el puerto con sus casas colgadas de los acantilados merece la pena.

Desde Cudillero seguiremos por la N-632 junto al mar, podemos desviarnos hasta el Cabo Vidio y contemplar los magníficos paisajes, o dejarlo para el regreso, un dia de sol al atardecer es magnifico desde el cabo. Siguiendo por la N-632 visitaremos la iglesia de San Martín de Luiña, cuyo edificio y retablos son del siglo XVIII. Para los amantes de la playa pueden acercarse a la playa de San Pedro de Luiña por un desvío a la derecha justo al lado de la iglesia y darse un baño o un paseo al lado del río. Siguiendo nuestro camino pasaremos por Cadavedo, sede de la popular romería de La Regalina, el último domingo de agosto. Ya en Canero tendremos oportunidad de gozar de magníficas panorámicas desde la playa y desde el Cabo Bustío. Camino de Luarca, conocida como la “villa blanca”, mi recomendación es entrar a Luarca por la carretera de Barcía y Villar hasta la ermita de la Atalaya, ahí aparcaremos el coche junto al cementerio y entraremos a visitarlo, pocos cementerios habrá en España como este. Aquí está enterrado Severo Ochoa. Dando un paseo por los alredores admiraremos las vistas sobre el pueblo y sobre el mar y buscaremos no muy lejos un mural de azulejos con la historia de Luarca y la mesa de los Mareantes.

Bajando por la carretera del faro llegaremos a la villa, se conserva en ella el palacio del Marqués de Ferrera, que tiene partes en el siglo XVII. La iglesia parroquial y sus retablos también son dieciochescos. No dejar de ir a Luarca especialmente en Semana Santa para ver las procesiones subiendo por la Carril hasta la Atalaya.

Atravesando la villa saldremos a la N-634 en dirección a Otur y poco después nos desviaremos hacia Puerto de Vega, lugar donde murió el polígrafo asturiano Gaspar Melchor de Jovellanos. Debemos visitar su iglesia parroquial, del siglo XVIII, cuyo retablo, trazados por José Bernardo de la Maena, son de gran calidad. El templo cuenta, además con un órgano barroco que ha sido recientemente restaurado. Es un bonito puerto.

Saliendo de Puerto de Vega tenemos dos alternativas para ir hacia Navia, bien por las “carreterinas” bordeando la costa que pasando por la playa de Frexulfe or ir a coger de nuevo la N-634. De cualquier manera, seguiremos hasta Navia, villa situada en la margen derecha de la ría del mismo nombre, en la que se celebra anualmente en el mes de agosto el descenso a nado de la ría, fiesta declarada de interés turístico, y poco más adelante se puede tomar la AS-12 para visitar el famoso castro de Coaña, poblado prerromano de la Edad de Hierro.

La siguiente parada deberá ser Viaveles, un diminuto “puertín” anclado en el pasado con un encanto especial.

 

Senda fluvial Pravia Santianes

 

Saliendo del hotel hacia la N-602 tomamos dirección a Oviedo. En la famosa rotonda de Soto de Barco cogemos dirección Pravia que está a unos 10 minutos. Cuando nos desviamos para entrar en la villa de Pravia después de pasar el puente sobre el Nalón, hay un pequeño polígono induestrial a mano derecha donde hay sitio para dejar el coche.

Desde aquí parte esta Senda Verde que une el núcleo de PRavia con el núcleo de Santianes a través y recorriendo la vega del Nalón por un entorno de muy alto valor paisajístico y con un sosiego sentimental envidiable, a poco más de un kilómetro cruzamos el río Arangin que una vez recorrido el valle del mismo nombre desde Malleza, se une aquí al Nalón, continuamos con nuestro Nalón por la derecha camino de Santianes, a nuestra izquierda aparece la vía del ferrocarril FEVE que aún nos recuerda que ya hace mucho tiempo que este camino de hierro transportó todo el carbón desde las cuencas mineras al carbonero puerto de San Esteban de Pravia. Avanzamos por esta vega y ribera acompañados por laureles, manzanos, kiwis, huerta y silencio. Sólo se oyen nuestros pasos.

Al cabo de tres kilómetros nos adentramos en el núcleo de Santianes donde empezamos a encontrarnos con la huella del rey Silo. Recorremos el pueblo dejando a nuestro paso un verdadero escaparate de casonas asturianas de arquitectura robusta y con nombres propios para llegar al final de esta senda ubicada en las inmediaciones de la Iglesia Palatina de Silo y Adosinda (780) donde esta se vio obligada a la vida monástica a la muerte de su esposo, según costumbre visigoda. Por esta iglesia pasó hasta el Beato de Liébana y por lo tanto merece la pena una visita calmada a la misma. Ah, en el propio núcleo de Santianes, también podemos encontrar el conocido “Rincón de las Aves”. Este núcleo zoológico comenzó en 1969 con tres parejas de aves, contando en la actualidad con más de doscientas especies de aves y otras tantas de plantas, árboles y arbustos, debidamente identificadas.

 

Por la costa asturiana hasta Oriente

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Saldremos del hotel hacia la N-632 en dirección Oviedo y tomar la A8 que abandonaremos en la salida 17, dirección Tabaza – Candás – Luanco.

Desde aquí nos dirigiremos por la AS 110 hacia Candás.

Este es un pueblo de intenso pasado marinero, que ha conservado su carácter y cuenta con numerosas y recoletas calles y plazas en las que descubriremos, aparte de su belleza, el Museo de Pintura al Aire Libre, que plasma en los muros de la villa diferentes escenas de homenaje a la misma y al mar.

La iglesia de San Félix guarda la imagen del venerado Cristo de Candás que, según la leyenda, trajo el mar a la villa. No debe olvidarse la visita al museo de las industrias conserveras y la visita al Museo Antón, dedicado al escultor Cadasín. Por detrás del museo hay un paseo plagado de esculturas que asciende por la ladera del monte Fuxa hasta la ermita de San Antonio y el faro. Antiguamente, en la cima del monte se encendían hogueras que con su número indicaban a los pescadores el estado del puerto. Una hoguera: puerto abierto. Dos hogueras: precaución. Tres hogueras: puerto cerrado. Se apagaban al entrar el último barco.

En agosto, se celebra el festival de la Sardina y todo el año pueden degustarse las típicas “marañueles” de Candás, para tomar con el “cafetín”.

Desde Candás por la AS 239 nos dirigiremos hacia Luanco, que es un importante centro de veraneo. Su iglesia del siglo XVIII y el cercano palacio de los Menéndez Pola nos recuerdan su pasado. Para todos aquellos que les guste el mar es obligada la visita al Museo Maritimo, no les defraudará.

Desde Luanco nos dirigiremos hacia el Cabo Peñes por la GO1 durante 7 KM hasta enlazar con AS 328 que tomándola a la derecha nos lleva hasta el cabo, donde el viento sopla con enorme fuerza y desde donde las panorámicas de la costa asturiana son impresionantes. Regresando por esta misma carretera nos dirigimos hacia Avilés, pasando por Verdicio y podemos acercarnos al faro de Avilés tomando la AS 329 a la derecha. Desde el faro tenemos una vista sobre la entrada del puerto y las playas de San Juan y Salinas.

De vuelta por la AS 329 que bordea toda la ría nos dirigimos hacia Avilés, que es una ciudad por descubrir. Aquí podemos gastar el resto del día y cuando nos parezca dirigirnos a descansar al hotel que nos queda a 25 minutos, ya sea por la N 632 o por la A8 dirección Ribadesella/Coruña.


Playa de Gueirua



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